Apaga las luces, baja la cama, apaga esas voces de dentro de mi cabeza. Túmbate conmigo. No me digas mentiras, sólo sonténme cerca. No seas condescendiente. Porque no puedo hacer que me quieras si no me quieres, no puedo hacer sentir algo a tu corazón si no lo hará.

Aquí en la oscuridad, en estas últimas horas, acostaré mi corazón y sentiré el poder, pero tú no. Sé que no. Porque no puedo hacer que me quieras cuando no quieres. Cerraré mis ojos, así no veré el amor que no sientes cuando me abrazas. La mañana llegará, y yo haré lo que debo hacer. Dame sólo hasta entonces para abandonar esta batalla, y la abandonaré.

Y no puedo hacer que me ames, si no me amas. No puedo hacer que tu corazón sienta algo que no pasará. Aquí en la oscuridad, en estas últimas horas dejaré a un lado mi corazón, y sentiré la fuerza, pero tú no lo harás, no, tú no lo harás, y no puedo hacer que me ames si no me amas.

De nada sirve intentarlo, para mí no es bueno sin amor. Todas mis lágrimas, en todo este tiempo, llegué a creer que me amarías.

¿Debo conformarme con lo que Dios me destina o salir de mi camino y buscar otra salida?

Todo aparentemente normal,
me asusta esta aparente normalidad.